Por Julissa Rivera

sábado, 7 de abril de 2012

Quiero aprender a verte y que tú aprendas a verme.
Quiero aprender tu idioma y que tú aprendas el mío.
Quiero aprender a sonreírte y que dejes ver la sonrisa tuya.

Ojalá me dejaras acercarme y tomar tus manos, explorar tus palmas, tus muñecas.
Acostumbrarme a tus manos y que te acostumbres a las mías.

Y cuando sepa ya hablarte y sonreírte, mirarte y tomarte de las manos.
Enseñemepor favor, hermosa, a besarte
en la boca.

Quiero pasar la vida mirandote los ojos

Quiero pasar la vida mirándote los ojos, con una pluma en la mano escribiendo lo que me dice tu mirada.
Escribirlo todo con tachones, con mala ortografía y con grandes puntos negros que se parezcan a tus ojos.
Podré ver todos los poemas que hay en tu iris y también los cuentos más extraños que me contarán los duendes que viven en a curva de tus pestañas.
También tomaré nota de las canciones más lindas que van al ritmo de tus párpado y cuya letra se esconde en la parte marrón de tus ojos. Esas canciones ocultan tus secretos.
Al final te recitaré cada uno de esos versos, cada palabra, cada letra, coma y punto, y con cada respiro que demos nos iremos queriendo más, nos conoceremos y al final habrá pasado una eternidad, y ya no habrá tiempo en el mundo que alcance para amarnos.
Habré pasado una eternidad mirándote los ojos.

martes, 22 de noviembre de 2011

Estoy trabajando con un nuevo sitio ahora. Si alguien gusta puede pasarse por aquí. Estoy actualizando ahí ahora y ya moví algunas entradas viejas. Tal vez mude el blog para allá pero aún no es nada seguro.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Parte II


Cuando el invierno yo se acercaba, la ballena supo que pronto la sirena se iría a aguas mas cálidas y no se volverían a ver hasta la primavera.
Que tristeza pensar en eso. La ballena tenía muchas ganas de hablar con La Sirena o decirle algo, tal vez todo, pero al no entenderse la una a otra con palabras, se desesperaba y se ponía cada vez más nerviosa.
La ballena se fue un día sin avisarle a nadie. Nadó al norte. La Sirena le siguió sin que se enterara y aunque se estaba muriendo de frío no dio vuelta hasta llegar al polo norte, donde la ballena se detuvo donde los narvales. La Sirena vio hablar a la ballena con los narvales. Aunque no entendía una palabra, vio en el rostro de la ballena una infinita tristeza.

Tal vez mas de la usual.


La Sirena no quería irse. Sabía que la ballena le quería decir algo, quería esperarla. Pero a La Sirena el clima no la esperaría el clima y como se quedara un día mas se moriría de frío no pudo hacer nada.
La Sirena se fue. Se despidió de la ballena, que no le dijo nada de sus preocupaciones. La ballena pensó no tiene caso. ¿De qué iba a servir decirle cualquier cosa si no se iba a quedar?.
Cuando La Sirena se iba deseó no ser más una sirena. Si fuera una persona se podría quedar en la playa, y podría ver a las ballenas todos los días, y entendería lo que dicen y ya no se tendrían más secretos.
Los malditos secretos que la mataban a ella por no saberlos y mas mataban a la ballena por esconderlos
---------------------------------------------------------------------------------------------------
La ballena se iba a sentir triste durante el invierno.
Tan pronto sintió lejos a la sirena y a ella sola, se arrepintió de todo. Deseó haberle dicho lo que sentía, deseó haber aprendido su idioma o haberle enseñado el suyo.
Deseó haber sonreído más.
Ahora iba a tener que esperar toda una temporada que se iba a sentir como un año entero sin la serena.
Aún así, solo dijo:
Tal vez... Tal vez la próxima primavera.





jueves, 20 de octubre de 2011

La ballena se ha enamorado de una Sirena

Ella... Es ella. La Reina de las ballenas. Es esa grande, muy lenta, pero tan hermosa. Y curiosa pero también tímida y con una mirada como triste.
Es ella la que da vueltas en el agua, la que se sumerge y sale. La que no habla mucho.
La ballena paseando se encontró una sirena. La vio sonreír y se enamoró.
Las ballenas aman a las sirenas. Ella solo a una.
La ballena la quiere conocer, pero no puede, porque no hablan el mismo idioma. La ballena solo puede verla desde el océano profundo alejarse a los arrecifes. Y la sirena le sonríe y ella no puede evitar enamorarse más.
La ballena se ha enamorado de una Sirena.
La sirena tiene miedo de la ballena. Sabe que la quiere, se dio cuenta cuando la miraba. AS ella le gusta, pero ya la han lastimado antes. La ballena la ha invitado a pasear lejos de los arrecifes, donde todo es azul, no hablan el mismo idioma pero se lo dijo con una sonrisa y nada mas. Y ella entendió.
¿Eso es el amor?
Pensó la sirena.
Aveces la sirena sale del agua y se sienta en una roca en la orilla, luego ve las ballenas cerca de la superficie, las ballenas asoman su cabeza, luego se meten y muy rápido asoman todo su cuerpo y se vuelven a meter salpicando mucha mucha agua.La sirena sabía que la ballena (su ballena) lo hacía, que lo hace para hacerla sonreír. A la ballena le gusta hacer sonreír a la sirena.
¿Eso es amor?
NOTA:
En un principio iba a ser Reina ballena. Como una sirena pero sin escamas, como las ballenas. Pero nadie tenía esa imagen cuando leían "Reina de las ballenas", así que lo dejé como una ballena de verdad, así grande y todo. Me gustan mucho las ballenas (y me gusta una sirena).
Esta historia aún no termina. Estoy escribiendo otra pagina más y tengo muchas cosas que cambiar. Ya empezaré a actualizar más seguido ;).

miércoles, 28 de septiembre de 2011



NO, todo apuntaba que a él no le importaba en lo más minimo la existencia de los demás. Tal vez ni siquiera le interesaba su vida propia.
Él era el frío, el desinteresado, el que no sonreía, el quen no tenía pasatiempo, ni gustos, ni una familia, ni una vida.
Si un autobús le hubiera arroyado, si se cayera de la terraza, si se atragantara con una pieza de pollo, si el muriera...
Si yo muriera, decía, nadie lo notaria siquiera
Hablaba muy poco. Casi nada, podía hasta olvidarse de su propia voz. En una ocasión no habló durante dos semanas hasta que el cajera del supermercado le dijo ¿Encontró todo lo que buscaba? y el dijo
El era el serio, el que no le gustaba el ruido, el metódico, el que es aburrido, el no cuenta chistes ni se ríe de ellos, el era Frank.

Amar tanto que no importe su estáis desnudos o si sois frágiles. Amarse tanto que ya no importe si está oscuro o si hace frío.
Amarse tanto que nada importe más que vosotros dos.